sábado, 5 de junio de 2010

Els amics de les arts.

"El ventilador era bonito. En él ponía Deluxe, y era retro. Le recordaba a una película antigua en la que en un buffette de abogados aparecía un joven y guapo letrado."
Emma Coneja

Ese día, Lori estaba muy excitada... no, no es excitada la palabra justa, más bien diría que estaba un tanto irascible. Le habían cambiado de casa, unos trolles vestidos de blanco llegaron esa mañana a su casa y empezaron a forrar todos los muebles... cuando se quiso dar cuenta, Lori estaba de camino a clase sin haber desayunado, con un humor de perros, y sin casa, pero lo que a Lori le molestaba era que no podría dormir en su cama esa noche. Bueno, ni esa noche, ni nadie sabe hasta cuando...

Llegó a clase, y resultó que ese día también apareció por ahí Gordon. Ese raro de Gordon... con esa camiseta tan rara de rayitas blancas y naranjas muy pequeñas, sus cascos, y demás cosas tan raras que llevaba desde que se volvió (más aún) poppie. ¡Daba asco con ese gusto por lo naïf y por todos esos grupos tan extremadamente alternativos que ahora escuchaba! El caso es que Gordon se iría en poco tiempo. Los dos sabían que se echarían de menos cuando se separaran. Emma saludó a Gordon con su clásico "Qué pá?" y él contestó lo de siempre, y lo de siempre era quejarse de cualquier cosa, siempre le dolía algo, o se quejaba de alguna nimiedad que le había pasado recientemente; ¡vaya un viejo cascarrabias!

La clase comenzó, y Lori centró su atención en el nuevo ventilador de pie que habían llevado a clase para paliar un poco el calor que ya empezaba a atosigar por esa época. Lo que podría hacer con el ventilador... ¡Sí, sin duda lo haría! De repente, Lori se levantó de su asiento y acabó con su agonía. Todo había acabado, y todo gracias al ventilador. ¡Qué se pudriera en el infierno!
A Gordon le pareció interesante lo que hizo Lori con el ventilador, ¡Quién iba a pensar que una perrita tan mona iba a hacer eso con tanta frialdad! Con un ladrido de autosuficiencia, le pasó el ventilador a Gordon, y éste ya sabía lo que hacer con él.

Acabó la clase, y Gordon y Lori se despidieron hasta la próxima vez que se vieran. A Gordon le invadía una curiosidad por todo su cuerpo, quería saber si podría utilizar el ventilador de la misma manera que Lori; se ve que la Chef 2000 le había fallado últimamente... Llegó a su pueblucho, y se volvió a sentir abrumado por esa maldita campaña sobre el SI. Joder, qué cansina era La Asociación... ¡Todos sus miembros se mataban entre ellos! Todos deseaban que el contrario se hiciera pedazos, y Gordon ayudó tanto a unos como a otros.

Gordon acabó entre rejas. Me contó esto la última vez que fui a visitarlo, y a pesar de que le quedaba un largo periodo de estar aun en la cárcel, no le importaba. Había acabado de raíz con la lacra de su pueblo (ya no lo llamaba pueblucho), y ahora nadie se acordaba de La Asociación. ¡Y todo gracias al ventilador de Lori!

[Epílogo]
Voy a rezar a San Martín de Porres, santo patrón de los mulatos, para que triunfe nuestra causa contra La Asociación. Dado que también se le invoca para combatir a las ratas, seguro que nos ayuda.

"Després tot això acaba siguent un rotllo patatero"

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