miércoles, 12 de agosto de 2009

Banco, el último de ellos.


Otra vez, sales a pasear, esperando a nadie, deseando no encontrar a nadie, simplemente paseas, escuchas de nuevo a Deluxe y piensas: "Maldito (¿o quizás bendito?) hijo de puta, ¿acaso somos la misma persona?"

En ese momento, empieza a sonar "El Amor Valiente" y algo, no sabes que, te lleva de nuevo al último lugar, a vuestro último lugar.
Lugares, bancos, esquinas, pequeños lugares que son vuestros, sólo vuestros. Una pequeña burbuja que tomábais prestada para volar de este mundo , para vivir vuestros momentos: risas, secretos, tristezas, abrazos, caricias, besos, pequeñas discusiones, promesas... y finales. Vosotros mandais, es vuestra burbuja, y allí os evadís de todo, disfrutáis de todo.
Tu disfrutabas de ella, su pelo, su sonrisa, su mirada, sus besos...

Ahora, todo ha acabado, es un simple recuerdo (el más bonito de todos ellos), pero debes mirar hacia el frente, sin sufrir el vértigo de los días pasados y, simplemente, que tus labios esbocen una leve sonrisa de felicidad cada vez que recuerdes un momento, el que sea, mientras estabas a su lado.

Y cederle tus lugares a otros, para que sienta lo mismo que vosotros, algo imposible, por lo que dejarás simplemente que se acerquen un poco a vuestra felicidad.

Hace calor, la sombre se mueve del banco, quizás buscándola, porque sabe que ella no está. Quien sabe, puede que en un tiempo, volváis a seguir disfrutando de vuestras propias burbujas... o no...

Te vuelves a casa, mientras suena "Ver en la Oscuridad" y piensas que ni queriendo habrían sonado tus dos canciones favoritas para abrir y cerrar este momento (muy poco tiempo, que no se olvide)

Historia universal


Ayer entrabas en el pueblucho, y ya notaste un olor extraño, sí, ese olor a mierda que lo caracteriza. Vuelta a lo mismo otra vez: a la mierda.

Sales, paseas sólo, sin rumbo, refugiado en tus "Royban" de 3 €, acompañado de tu Ipod (gracias) y lo único que haces es irritarte con todo, deseando que llegue el momento en el que puedas irte de aquí y sólo tengas que volver para ver a la poca gente que de verdad te interesa. Puede que seas un renegado y un gilipollas integral al que todo le molesta, pero la verdad, es que este pueblo con McDonalds te produce indiferencia y odio a partes iguales.

Y pensar, mientras escuchas a ese chaval que hace documentales del Camino de Santiago acompañado de su guitarra, que todo esto es un simple trámite, es tan sólo un simple trámite, y que las crisis de ansiedad sólo valdrán para entender el sentido de las cosas, el equilibrio de la balanza, y avanzar entre arenas movedizas, y subir en esta vida de escalones cada vez más altos para llegar a ese Ángel que te cubra con sus alas y te cicatrice todas las heridas.

Y ante todo eso, en el torbellino de pensamientos en el que se convierte, una pregunta sobresale por encima de todas: "¿Qué es lo que está pasando?" y sólo encontrar una respuesta: "Que ahora tendrás que aceptar que todo es diferente, que la gente no te mire al pasar, y que no salude, como antes, como siempre". Y mientras piensas eso, tambien luchas para que en la ultima parte, la más difícil, no sea tu propio miedo el que te deje ciego.

And she makes him laugh...