-De acuerdo, amigo - le dije - mantente lejos de mí, yo estoy bebido y bebiendo todo el tiempo.
-Ya lo sé, Hank, y me gustas, me gustas más que cualquier otro hombre que haya conocido, sólo tengo que dejar la bebida para los fines de semana, es necesario, sólo los viernes y sábados por la noche y nada los domingos. Yo seguía aún bebiendo los lunes por la mañana y eso me costó el empleo. Me voy a apartar de la bebida, pero quiero que sepas que esto no tiene nada que ver contigo.
- Sólo que yo soy un borracho desesperado.
- Sí bueno, pero yo estoy decidido.
- Está bien, Lou, pero no vengas a llamar a mi puerta hasta el viernes por la noche. Puede que oigas cantar y reír a bellas jovencitas de diecisiete años, pero no vengas a llamar a mi puerta.
- Tío, tú no jodes otra cosa que sacos.
- Pero parecen diecisieteañeros por el ojo de la cerradura.
Bukowski, Charles; Se busca una mujer.
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